jueves, 10 de julio de 2008

Reparando suenos


Reparando sueños.
Se estiró el alma, los brazos y el ala que aún le quedaba con vida y sonrió. A sus costados, sangraba difuso un pasado incierto, pero lacerante.
Una vez más había caído, ante la necesidad de descubrirse cierta en su yo necesario, pero las cartas siempre le hacían el juego, resbalándoseles descaradamente por la piel de sus días.
Aquello que tanto le hacia feliz a su yo, verse entre bambalinas y luces, la desgarraba centímetro a milésima de su tiempo... la estaba matando.
Una mañana de luna, aposto a la verdad dormida, que mataría los deseos de ser y se regalo la luz de si misma volcada a las espaldas de un cuaderno vacío. Desde ese día, evocaría libertades, agotando el tintero de sus manos.
Su "yo", rió inquieto y satisfecho, desde algún rincón de sus zapatos.

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