lunes, 15 de noviembre de 2010
Nana para una abuela dormida
Descansa en mis sueños abuela dormida
Fuente de mi esencia, autora de vida
Dormita tranquila sin sueños de espanto
Recibe esta nana de amor que te canto
Sueña que te sueña tu nieta de luna
Maitesita terca, como no hay ninguna
La que te zafaba siempre el delantal
La que regañabas por portarse mal
Concilia tu ocaso plena en tu embeleso
Acuna en tu frente mi beso, tu beso
Despista tristezas, reposa en lo eterno
No temas, abuela, yo velo tu sueño.
domingo, 7 de noviembre de 2010
Tempus fugit
Hasta cuándo es la vida? Calcular el final de mis pasos sobre los sonajeros del tiempo.
Hasta cuándo la magma por mis venas?
Despotrico sanguíneo limítrofe con un corazón muerto.
Espejo de mi alma intacto, puede que en dimensiones desvanezca incompleto!
No hay glorias iguales ni mañanas eternas a la vera de un beso
No hay precipicios sin mi cuerpo dispuesto a saltar hasta tu cuerpo
No existe libertad conquistada sin una esclavitud que se redime luego
Todo lo que hoy es mío pudiera ser ajeno
Cuando no estés y yo no sea
Y el tiempo no sea Nuestro.
Hasta cuándo la magma por mis venas?
Despotrico sanguíneo limítrofe con un corazón muerto.
Espejo de mi alma intacto, puede que en dimensiones desvanezca incompleto!
No hay glorias iguales ni mañanas eternas a la vera de un beso
No hay precipicios sin mi cuerpo dispuesto a saltar hasta tu cuerpo
No existe libertad conquistada sin una esclavitud que se redime luego
Todo lo que hoy es mío pudiera ser ajeno
Cuando no estés y yo no sea
Y el tiempo no sea Nuestro.
Resurrección
Vengo del más allá, donde jamás debí haber estado
Para no recuperarme ahora, navegante que emerge sobre su propia fe desnuda
Trazo distancias absolutas con el contorno de mis dedos
Acontezco a recorrer el tiempo de un relámpago que cae por mis ojos
Confluyo en amaneceres de Luna insomne
Y deshojo el recoveco inexistente de las mariposas
Una sonrisa me aguarda, dormida entre letras
Rostro de hombre que sonríe a un niño desde el alma
Acopio de la Felicidad que no admite tristezas justificadas
Es dulce su nombre, el nombre del que Ama
Metáfora perfecta para conquistarle el alma al horizonte
Yo no soy Isis, no me adorna una estrella
Adivino que reconoces mi llegada
Y a la vuelta de este "Más allá", decido que te amo.
Para no recuperarme ahora, navegante que emerge sobre su propia fe desnuda
Trazo distancias absolutas con el contorno de mis dedos
Acontezco a recorrer el tiempo de un relámpago que cae por mis ojos
Confluyo en amaneceres de Luna insomne
Y deshojo el recoveco inexistente de las mariposas
Una sonrisa me aguarda, dormida entre letras
Rostro de hombre que sonríe a un niño desde el alma
Acopio de la Felicidad que no admite tristezas justificadas
Es dulce su nombre, el nombre del que Ama
Metáfora perfecta para conquistarle el alma al horizonte
Yo no soy Isis, no me adorna una estrella
Adivino que reconoces mi llegada
Y a la vuelta de este "Más allá", decido que te amo.
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