lunes, 10 de noviembre de 2008

FLORES PARA SOFIA.


Esquina de Lejeune con la 7 calle del noroeste de Miami. 8:00 PM.
Sonido de celular. Un hombre contesta:
-Hola Amor… ya casi termino, me quedan sólo dos ramos… he vendido bastante hoy…
Del otro lado una voz algo ansiosa responde:
-¡Ay cielo!!! ¡Todavía!!! ¿Te quedan dos? ¿Y las mías? ¡Me prometiste rosas para hoy!!!
-Sí Sofía, te llevaré tus flores… Sabes que nunca te las he regalado antes, porque para mí son algo común, son mi diario y hasta ahora no he encontrado una que esté a tu altura… que se te compare… pero hoy que es tu cumpleaños, te las prometí… Tengo unas especiales para ti, nos vemos en un rato…
-Un beso.

Sofía, con la ciudad calándole los ojos, sonrió. Su novio era un hombre especial. Era verdad que en los dos años que llevaban como pareja, nunca le había regalado una flor, pero él siempre le decía aquello que también le gustaba mucho: “No existe una flor que esté a tu altura” y además, la colmaba de otros detalles como llevarla a pintar cerámica y regalarle su pintura, con una dedicatoria fundida a miles de grados de temperatura: “Arturo Love’s Sofía…”, o compartir con ella “The Notebook” y verla juntos, llorando como dos niños… Él le regalaba otros detalles que la hacían feliz.
Arturo miró su reloj: -“De aquí a las 9:00 todavía me da tiempo… tengo que tratar de vender estos dos últimos ramos y completo ampliamente lo que me falta para pagarle al violinista y dejarle un buen tip al camarero que me ayudó con lo de de las orquídeas… ¡Dios!!! ¡Vamos a ver si Sofía descubre el anillo!! La verdad es que todo me salió carísimo pero ella lo vale... bueno… espero que lo valga, porque y si me dice que no, cuando le pida que se case conmigo… nah… ¡me va a decir que si!!! ¡Me va a decir que siiii!!!”- Pensó entre una mezcla de ansiedad y desesperación…
Todo estaba en orden: sólo le faltaba lavarse un poco la cara y cambiarse la ropa, pero eso lo haría en el baño del Burger King que estaba al cruzar la calle.
El violinista citado para las 9:00 en el restauran Hereford Grill, a sólo pasos de él comenzaría a tocar en cuanto ella llegase. Las flores las tenía el camarero, “Las flores”, unas orquídeas exóticas importadas desde Centroamérica; las había descubierto buscando alguna flor especial para Sofía. Arturo hacía arreglos en la florería de su padre, pero de vez en cuando salía a la calle a vender aquellos ramos que habría que botar al otro día, a muy bajos precios. “Uno nunca sabe quién puede estar necesitando flores a última hora y éstas duran todavía por más de tres días”; decía para consolar a su madre, cuando en realidad lo hacía porque el negocio no andaba bien y el dinero menos.

Salida del Ocean Bank, 7 Calle del Noroeste y Avenida Lejeune. Un hombre conversa con otro, camino al parqueo:
-Hoy la voy a conocer, ya hemos hablado por teléfono y al fin me dijo que sí y vamos a cenar en unos minutos, estaba loco por terminar en la tienda.
- ¡Qué bueno Sebas! ¿No le llevas flores? A las mujeres las matas con ese detalle.
-¡Verdad …!!!! ¿Y ahora? Bueno déjame apurarme y ver qué encuentro por ahí; si no, será otro día, hay mas tiempo que vida para regalar flores.
-¡Bueno, suerte…!

Sebastián estaba emocionado. Había conocido a Perla a través de Facebook… ella había estudiado en FIU y él también pero en años diferentes y por “Networking” se encontraron y comenzaron a hablar. Era cierto lo que le decía su amigo, sería una descortesía aparecerse a la primera cita sin flores y más con lo que le había costado que ella le diera su número e incluso, que le aceptara otra invitación, después de haberla dejado esperando aquel día en que a su jefa se le ocurrió hacer inventario de urgencia pasadas las siete. -“!Tengo que llevarle flores!!!”- Se dijo en voz alta mientras arrancaba su carro y se dirigía a Lejeune-.-“!Wow!!! ¡Hoy es mi día!!!! -Casi grita cuando observó al vendedor de flores parado en la acera que divide las dos vías de Lejeune. Tocó el claxon fuerte: “¡Florero!!!!! ¡Ese es mío!!!!!
Arturo sonrió… ¡“El último que le quedaba!!!!!!” ¡Ahora sí!!!!- Y corrió sin mirar… sin mirar que el tiempo pudiera echarse atrás si aquello fuera una película…. si el impacto no hubiera sido tan fuerte… sin poder gritarle a la muerte que Sofía lo estaba esperando, que era el amor de su vida, que le iba a pedir matrimonio; que aquella noche se había gastado sus ahorros en el anillo, en las orquídeas, en el violinista, en el restauran. No lo pudo gritar porque la muerte no espera, ni cree en flores para Sofía.
Sebastián no podía creer que todo aquello fuera verdad. Allí estaba, una vez más, truncado, su sueño de encontrarse con Perla. Las flores llenas de rojo y sus manos temblando de ver, por primera vez en su vida, un accidente a tres metros de él y por su culpa. Si él no hubiera llamado al florero, si no le hubiera hecho caso a su amigo… si él… si él hubiera sabido que aquel hombre tenía una cita igual que él… si él hubiera sabido que Arturo le iba a regalar, por primera vez en dos años, flores a Sofía.

Groove Isle. Coconut Groove… 9:05 pm.
Una mujer responde su celular:
-¿Sebastián? Ya estas aquí?
-No Perla, me ha pasado algo horrible… Estoy detrás de una ambulancia, iba a comprar unas flores y el vendedor tuvo un accidente delante de mis ojos, por mi culpa. ¡Necesito saber si está vivo o no. ¡No me puedo ir así…!!!!!
-¡Ay Sebastián!!! ¿Otra vez??? Hasta cuándo vas a creer que te voy a aguantar tus mentiras? ¡Tú has estado burlándote de mí todo este tiempo. Primero que si tu jefa, ahora que si un accidente!!! ¡Eres patético!!! ¡No me llames jamás!!!! No quiero saber nunca más de ti!!!!
Línea cortada… Sebastián se decepciona.


Hereford Grill. 9:08 PM. Sonido de violín, mezclado con sirena de ambulancias. Ajetreo de camareros.
- ¿Va a tomar algo la señorita?
- No, gracias, mi novio esta al llegar, voy a esperar por él…
- OK. Estaré cerca por si necesita algo.
- Gracias.


Sofía mira el reloj: 9:09…-¡Hoy que es mi cumpleaños!!!! ¡Y Arturo tarde!!!
305- 673…
-Hello…
-¿Arturo…??????
-¿No señorita, usted conoce al dueño de este teléfono?
-¡Sí!!! ¿Usted se lo encontró???? Preguntó asustada y sin permitirse que aquel escalofrío que le subía a los pies continuara su paso, preguntó mirando la ambulancia, el tumulto, la esquina... La esquina donde Arturo se ponía a vender…
-No, esta persona tuvo un accidente, lo estamos llevando al Coral Gables Hospital… ¿Usted es familia??

Los ojos de Sofía se perdieron en imágenes, en voces, en lágrimas… Sentía que se ahogaba, no podía reaccionar…
-¿Se siente bien? Le traigo agua?
El camarero, atento a cada movimiento de ella, como le había pedido Arturo, había sido testigo de toda la odisea para celebrar el cumpleaños de Sofía; compraba flores a menudo en la florería del padre de Arturo y le tenía gran aprecio. El camarero sabía cuán importante era que Sofía recibiera aquellas flores.

-¡No… me tengo que ir… por favor!!!!!!!! ¡Qué me traigan mi auto!!!!
-¿No… que ha sucedido? ¡Aquí hay muchas cosas esperando por usted!!!
-¡Es urgente!!! ¡Por favor!!! ¡Mi novio tuvo un accidente!!!!!!
El camarero reacciona corriendo a avisar al valet parking y luego a la cocina…
Sofía sale desesperada y tres minutos más tarde sube al auto. En el asiento de al lado, un ramo de orquídeas, abraza exquisito el símbolo del universo enmarcado en una sortija de compromiso.

Sala de urgencias del Coral Gables Hospital. 9:15 p.m. Arturo divaga…
Ambulancia… ¡uff!!!! Nunca me gustaron… ni que uno pudiera leer en espejo… Aunque bueno… las lucecitas me recuerdan cuando conocí a Sofía en aquel club… tan bella, con su cara de flor que nace… Sofía... Camillas, Miradas… la gente, no cambia… ¡Auxilio…!!! ¿Quién viene, el presidente?… Sofía… aquí están tus flores mi amor… que bella… Sofía…, feliz cumpleaños mi amor… ¿por qué no me miras…? ¿Y esa luz? No puedo respirar!!!!!!
Voces de paramédicos:

-Hombre, 33 años, Fractura pan facial media…fractura costal…

-¿De qué hablan Sofía…? … ¿te casas conmigo? No me has dicho si te gustaron las orquídeas… ¡Sofía!!!!

Centro de información del Coral Gables Hospital. 9:22 p.m.
Voces, voces que se mezclan, que turban… Déjenme pasar… por favor… yo soy Sofía y necesito saber, que fue de él… es mi novio… mi novio que nunca me regalaba flores y hoy… es mi culpa… Arturo… me ahogo Arturo… ¿estoy soñando? Ahhh… menos mal, cuando despierte vamos a celebrar mi cumpleaños… que sorpresa me tendrás… ¿por qué no llegas Arturo?
-¿Arturo… Arturo Rodríguez por favor… acaba de tener un accidente, donde está…?
-Si acaba de tener un accidente no debe estar registrado aún en nuestro sistema, señorita, anote sus datos, su nombre y sea paciente, cuando tengamos noticias le dejamos saber… - ¡Es una voz que no la mira… y ella es Sofía!!! Ella necesita saber… el sistema… ¿qué sistema? Es verdad lo que dicen de los hospitales… y este… este que frío… y que blanco… tengo miedo Arturo… Yo no sé… ¡qué dolor… Arturo mi amor… Arturo!!!!! ¿Tú me vas a querer como el viejito de “The Notebook”??

Salón de operaciones. Coral Gables Hospital. 9: 45 p.m.
-¡Que gélido!! ¿Por qué tanta Luz…? Voy a llegar tarde… ¿No tiene efectivo? No importa… yo le regalo las flores… está apurado como yo… lléveselas hombre… es una cita de amor o son para su mama? Lléveselas, van a durar tres días… yo hoy le pido matrimonio a Sofía... ore por mí…

- Tiene sangre AB rh negativo…!!! Está registrado en el banco… tuvo una cirugía el año pasado… ¡llamen a su donante!!! ¡Rápido!!!!
Hay acumulación de sangre en la cavidad pleural… No podemos perder tiempo…


Grand Avenue, Coconut Groove.
Una mujer comparte con su auto… imágenes… que sombrío es este lugar… me da miedo… total… qué clase de mier… qué manera de perder mi tiempo… si yo lo sabía… no sé para qué me enredo en la misma bobería, si al final es siempre igual… o soy yo? La igual soy yo?
El sonido de su celular la saca de sus divagaciones… ¿Habré hablado claro o no?!!!!!
-¿Hello si… soy yo… qué sucede? ¡No!!! Cuándo? ¡Dios!!! Estoy ahí en 10 minutos… ¿Hay tiempo? Espérenme… ya voy…
Mujer y auto… ¡Mier… pasar estoy hoy!!! ¿Coño qué, hasta cuándo esto????? Por todos lados es la misma mier… no… no puede ser… lo sabrá mi hermana? ¡Apúrate!!! ¡Apúrate!!!!! Le grita al auto con la impotencia total de alguien que prefiere no tener que correr y que la vida se congele y se haga sangre… maldita sangre, bendita sangre, ¡Padre Nuestro que estas en el cielo…!!!!! Deja tirado el auto…- que se lo lleven… ya pa’ completar la noche…- ¡Yo soy la donante… Sofía!!!!
-¡Mi hermana!!!!- Sofía se abraza a la mujer…
Desde una esquina de la sala un rostro de hombre grita desde su garganta confundido, inerte… sin flores e impávido… decepcionado y culpable… un hombre que deja de ser una fotografía digital para corporizarse allí, en ese momento… ¿Qué hace ella aquí??
Ella: Qué pequeñita, de alma… soy una mierda… soy una loca herida que no cree ni en sí misma… por eso me pasa lo que me pasa… por eso estoy sola… me lo merezco… ¡Qué bruta!!!!
-¿Perla???!!
-¿Sebastian???!!!
Una enfermera se acerca: ¿La donante de Arturo Rodríguez? Venga por favor… es urgente…

jueves, 6 de noviembre de 2008

EL 4 DE NOVIEMBRE. MI HISTORIA DESPUES DE LA HISTORIA.

El 4 de Noviembre fui feliz, lo fui, aunque, confieso con toda sinceridad, mi candidato no obtuvo la Victoria. Fue un día emocionante. En la elección anterior, fui observadora desde Republica Dominicana. Los procesos de votaciones que he conocido en mi pais, Cuba, han estado caracterizados por la acción “Autómata” de un pueblo sin democracia que no “elige” a su presidente, por eso han pasado por mi, como eventos sin trascendencia.
No es que crea totalmente en la “transparencia” de los comicios estadounidenses, pero si en la voluntad y decisión propia de los electores al seleccionar quien dirigirá el destino del país. No caeré en controversias sobre si me pareció acertada o no la elección. Simplemente, el 4 de Noviembre, me sentí parte de la historia de una nación. Viví segundo a milésima, el proceso emocionante y apasionado de un pueblo que apostaba abiertamente por su candidato. Fue un trabajo difícil, pero tuve el apoyo de la gente más linda que he conocido en los medios de comunicación en mis 12 anos de carrera: mi gente de Caribevision, junto a ellos, descortezamos la noticia, hasta sacarle la pulpa y de la semilla hicimos televisión.