No hay mas camino que tú hasta mi universo.
Ata mi vuelo hacia tus manos, tiemblo...
De amanecer al mundo colgada de tu espalda,
Soñarte arena y mar y madrugada.
Corrígeme el deseo de pensarte, gimiendo por mi falda...
Ven, cércame en ti,
Cercéname las ganas!
Vuélvete diestro y viril,
Sabio en mis sábanas...
Domíname este instinto, loco, “llama”.
Sométeme a tu hoguera, muerde, palpa...
Abandona tu sexo en mi garganta...
concíbeme la luz naciendo en mis entrañas, remolinos de magma desbocada...
Cantos en lengua, tu sexo que se exalta...
Perfecta comunión, insana destemplanza.
Acuna, salva, mezcla, supúrame hasta el alma...
Imagíname tuya y entonces... No te vayas.
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